Conservación y almacenamiento de los tapones de corcho
El mejor lugar para almacenar los tapones de corcho es un local seco y aireado, con una temperatura ambiente entre los 15 y 25º. La humedad relativa no debe ser inferior al 50% ni superior al 70%. Básicamente se trata de las mismas condiciones que debe reunir un local que conserve productos alimentarios. De esta manera eliminaremos el riesgo de la absorción de olores por parte de los tapones de corcho, ya que éste puede afectar al sabor del vino si se usa para embotellarlo en un futuro.
Además, el almacén donde se conserven deberá estar libre de productos químicos como fungicidas y productos de limpieza, ya que pueden resultar tóxicos y alterar la calidad del producto (y también la calidad de tu vino).
Si después de embotellar tu vino te sobran tapones, ¡no los dejes con la bolsa abierta! Cierra las bolsas y con hacer unos cuantos agujeros bastará.
El embotellado
Lo primero y más importante es comprobar que el perfil interno de los cuellos de la botella cumpla con la normativa UNE 12726, es decir, 18.5 ± a 0.5 mm a 3mm de profundidad y 20 ± 1 mm a 45 mm de la boca.
Hay que tener en cuenta que la humedad de un tapón de corcho para embotellar debe estar entre el 4 y el 8%. Para calibrar el nivel de llenado de la botella hay que dejar al menos 15 mm entre el vino y el corcho, creando una cámara de aire que evita fugas por sobrepresión y dilataciones del vino por el aumento de la temperatura.
Es importante mantener el cuello de la botella limpio y seco para evitar la presencia de líquido entre vidrio y corcho. También hay que mantener limpias, lubricadas y controlar el estado de desgaste de las mordazas de la máquina embotelladora.
A la hora de introducirlo, hay que realizar la comprensión del tapón de corcho de manera lenta y su introducción de manera rápida, respetando un diámetro de compresión de entre 15.5 y 15.8 mm.
Trinomio botella, máquina de embotellar y tapón de corcho
Para un buen embotellador es vital tener en cuenta este trinomio.
Es importante vaciar la tolva de alimentación de tapones después de cada embotellado (en bolsas cerradas y agujereadas, como se comentó anteriormente). En cuanto a las botellas, es recomendable no tumbarlas hasta pasados 5 minutos, de esta manera permitirás que el tapón recupere al menos el 95% de su fuerza de recuperación. El posicionamiento de la botella debe ser vertical a la salida del tapón de corcho, pues así se evitan pliegues y roturas de tapones.
Hay que prestar especial atención a la presencia de líquido entre tapón de corcho y el interior del gollete de la botella, pues puede formar una película capilar incomprimible que puede provocar:
- Falta de adherencia del tapón al cuello de la botella.
- Pérdida de estanqueidad a gases y líquidos.
- Salida forzada de vino, ante un aumento brusco de temperatura.
Como recomendación, el método de embotellado que mejor permite garantizar la hermeticidad de las botellas es el taponado al vacío. No obstante, es importante vigilar el dispositivo de vacío y controlar periódicamente la presión interna de las botellas, para verificar el correcto funcionamiento de la bomba de vacío.
Contacta con nosotros
Esperamos que este manual y resumen de pautas te haya resultado de utilidad para tu trabajo diario.
En Ebrocork llevamos 25 años fabricando tapones de corcho de calidad, por lo que no solo queremos ofrecerte un producto que vaya a garantizar la seguridad del embotellado y generar un producto excelente, sino que también queremos ser tu compañero de viaje en la conservación de tus vinos y ofrecerte el mejor servicio técnico.
Si tienes cualquier consulta, no dudes en contactar con nosotros. Por supuesto, te asesoraremos para ofrecerte el mejor producto para mantener tu vino.
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