En su origen el corcho se extrae de la corteza del alcornoque.
Se necesitan al menos 25 años para poder realizar la primera extracción o “saca”. A partir de ahí cada 9 años se permite efectuar “la pela”. De esta materia prima tan solo el 25% se utiliza y es válida para la fabricación de tapones de corcho.
Es un proceso largo, pero bien merecido, si tenemos en cuenta que más adelante estas planchas de corcho natural, van a servir para elaborar tapones, con los cuales taparemos los mejores vinos que cada enólogo tiene la virtud de hacer.