Podríamos decir que España es el viñedo de la Unión Europea, ya que es el país con la mayor superficie de viñas del mundo. A pesar de esto, España es el tercer país de la UE con más denominaciones de origen reconocidas, por detrás de Italia y Francia. Cabe destacar que se elabora vino en todas las Comunidades Autónomas, y existen cerca de 150 variedades autóctonas de uva, como la airén, tempranillo, bobal, garnacha tinta…
Es por esto que el MAPA (Ministerio de Agricultura y Alimentación de España) ha decidido actualizar el mapa oficial de los vinos españoles con Denominación de Origen Protegida. Esta decisión se tomó el 31 de mayo de 2020, y puedes consultar el listado en este enlace, que está desglosado por Comunidad Autónoma.
Este nuevo mapa recoge 97 sellos de calidad existentes, repartidos entre las diferentes Denominaciones de Origen Protegidas que existen en España, que se enumeran a continuación:
D.O.
Se trata de la conocida Denominación de Origen. Para conseguir esta denominación, los vinos deben ser elaborados con uvas procedentes de la Región, con unas características que solo se puedan conseguir en ese lugar. También deben tener elevado prestigio y haber pasado al menos cinco años desde que se reconoció al vino como producto de esa zona.
Bajo esta denominación podemos encontrar ahora 67 sellos de calidad, siendo las más reconocidas La Rioja, Ribera del Duero, Rías Baixas, Penedés, Navarra…
V.P.
Se refiere a los Vinos de Pago, los cuales su terreno ha obtenido suficiente prestigio como para ser considerado Pago, una finca con un microclima diferente al de su entorno.
En cuanto a esta denominación se encuentran 19 sellos de calidad: Aylés, Calzadilla, Campo de la Guardia, Casa del Blanco, Dehesa del Carrizal, Dominio de Valdepusa, El Vicario, Finca Élez, Guijoso, La Jaraba, Los Cerrillos, Pago Florentino, Vallegarcía, Pago de Arínzano, Pago de Otazu, Pago de Irache, Chozas Carrascal, El Terrerazo, Los Balagueses y Vera de Estenas.
V.C.
De esta manera se denominan a los Vinos de Calidad, en la que la uva de estos vinos debe ser de la misma región que la producción.
En esta denominación encontramos 8 sellos de calidad como el de Lebrija, Cangas, Islas Canarias, Cebreros, Sierra de Salamanca, Valles de Benavente o Valtiendas.
D.O.Ca.
Así se llaman a las Denominaciones de Origen Calificadas, que deben pasar por un sistema de control desde su producción hasta su comercialización. Para conseguir esta denominación, debe embotellarse todo el vino producido, tiene que existir una delimitación cartográfica de los terrenos aptos para su producción y deben haber pasado por lo menos 10 años desde su reconocimiento como Denominación de Origen.
Es en esta denominación donde encontramos el número más bajo de sellos de calidad, siendo únicamente 2: Rioja y Priorat.
I.G.P.
Por último, nos encontramos con las Indicaciones Geográficas Protegidas, también conocidos como Vinos de España, procedentes de una región con características propias pero con una regulación menos exigente. Para la elaboración de este vino es necesario que al menos el 85% de las uvas utilizadas deben proceder de la misma región en la que se elabora el vino.
En este caso el MAPA no ha realizado ningún cambio, por lo que se mantiene como estaba hasta ahora.
Mapa interactivo de D.O.P.
El Ministerio de Agricultura y Alimentación de España ha dispuesto todos estos cambios en un mapa interactivo, para que resulte más fácil visualizar los cambios realizados tanto en vinos como en otras bebidas y comidas.
Estas diferentes denominaciones tienen como objetivo profundizar en el conocimiento, intercambio de información y las diferentes necesidades de la Industria Alimentaria Española. Para llevar a cabo estos mapas, se han utilizado registros oficiales europeos y colaboraciones con otros Departamentos y Organismos de la Administración General del estado y de las Comunidades Autónomas, como los Consejos Reguladores.
Beneficios de contar con una D.O.P.
El principal beneficio de contar con una Denominación de Origen Protegida es que de esta manera aseguras al consumidor que se trata de un producto de gran calidad con unas características concretas y especiales. En cuanto al productor, este obtiene una protección legal contra la producción de ese mismo producto en otra zona diferente aunque se use procedimientos similares e ingredientes parecidos.
Otro factor es que se favorece el turismo enológico, favoreciendo no solo el turismo a la bodega, sino a la Comunidad Autónoma a la que pertenece.
Otro beneficio es que, al adquirir un vino con D.O.P. te aseguras contar con un producto con una gran variedad de sabores característicos.
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Y hasta aquí las novedades que han sucedido en el mundo del vino. ¿Alguno de estos cambios a afectado a tu bodega? ¡Cuéntanos en los comentarios!
