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Existen muchas bodegas curiosas y fascinantes a lo largo del planeta, cada una con su historia particular y características únicas. Algunas, famosas por su llamativa arquitectura o por su largo recorrido, mientras que otras se conocen por la producción limitada de vinos raros y exóticos. Nos vamos de viaje para descubrir algunas de estas joyas. ¡Es por aquí!

Conocida por sus hermosos bosques, colinas rocosas y viñedos, las regiones vitivinícolas de Moldavia incluyen algunas de las bodegas más grandes del mundo. Entre ellas se encuentran la Bodega Subterránea de Milestii Mici, ubicada a unos 20 km al sur de Chisinau, la capital del país. Es considerada la de mayor tamaño del planeta, con más de 200 kilómetros de túneles subterráneos repletos de vino.  

Por su parte, la Bodega Cricova, se encuentra en un paraje único, nada menos que en una cueva subterránea y es también una de las de mayor tamaño del mundo. Con sus más de 120 kilómetros de extensión alberga un auténtico tesoro con una colección de vinos raros y antiguos.

Nuestro país es igualmente uno de los de mayor renombre en el sector vinícola a nivel mundial. Entre las muchas bodegas que pueblan nuestra geografía podemos encontrar tesoros como la Bodega Ysios, en la región de La Rioja, y conocida por su impresionante diseño arquitectónico. La bodega, construida en forma de ola, tiene un techo de titanio que emula una fila de barricas de vino.

En cuanto al nombre Ysios, es un tributo a los dioses egipcios Isis y Osiris. Mientras el segundo enseñaba a su pueblo a cultivar los campos, Isis (diosa madre y protectora de la Naturaleza), supervisaba la transformación de las uvas en vino.

Bodega Viña Errázuriz, Chile: localizada en la región vinícola de Aconcagua Valley, esta bodega se encuentra en la base de la montaña más alta de América del Sur, el Aconcagua. Viña familiar con tradición desde 1870, el bello edificio acristalado tiene un sistema de túneles subterráneos que se extienden por más de 4 km y son utilizados para envejecer el vino.

Bodega Schloss Johannisberg, Alemania. Este castillo-bodega, erigido sobre un antiguo monasterio tiene una curiosa historia detrás. Al ingresar en la bodega, una estatua ubicada en el patio central representa al emisario del abad, quien, en cada nueva vendimia debía otorgar su beneplácito para iniciar la recogida de la uva. En una de estas ocasiones, un retraso de dos semanas en 1755 llevó a los monjes a dar con un sorprendente descubrimiento: el milagro de la botrytis cinerea, un hongo que deshidrata las uvas y concentra sus niveles de azúcares pero conservando su acidez originaria. En otras palabras, esto permitió alumbrar vinos dulces, vibrantes y longevos y que hoy son apreciados por su extraordinaria calidad a lo largo y ancho del mundo.

Bodegas de Biltmore, Estados Unidos. Si tienes la suerte de visitarlas, estarás ingresando en la mansión más extensa del país, que cuenta con nada menos de 250 habitaciones, 34 dormitorios, 43 baños y 65 chimeneas… ¡Casi nada! 

Concretamente, esta joya arquitectónica se terminó de construir en 1895 por la familia de George Vanderbilt y se halla en las montañas de Blue Ridge de Asheville, en Carolina del Norte. Como dato curioso, sus fabulosos jardines fueron diseñados por el mismo arquitecto que se encargó de diseñar Central Park en Nueva York.

De entre los diferentes tours para conocer la mansión, es imperdible la visita a la parte en la que se ubica la bodega, que produce al año 150.000 cajas y cuya fabricación es artesanal para cada uno de sus vinos.

 

Acabamos nuestro periplo por tierras francesas para trasladarnos hasta las Bodegas MUMM, en la localidad gala de Reims, y que tienen la particularidad de encontrarse en una cueva de roca calcárea con una superficie de 300 metros cuadrados. Sus túneles y caminos subterráneos albergan las botellas del considerado como mejor champagne francés, el Cordon Rouge, que se fabrica desde 1827 y que, no en vano, es todo un referente de calidad en todo el mundo y uno de los favoritos por las monarquías europeas. 

Y, por cierto, como último apunte cabe destacar su vinculación con el mundo del automovilismo, patrocinando eventos deportivos de renombre, como la Fórmula 1 y las carreras de IndyCar.

¿Qué te parece este viaje por algunas de las más emblemáticas bodegas? Una experiencia única para los amantes del vino y los espíritus más curiosos.

– Raquel González Salvatierra