Es oficial. Los primeros soles y días largos del año han hecho su aparición. Y, con la primavera, han venido también las ganas de disfrutar de planes, como picnics, reuniones y comidas al aire libre, y en los que no debería faltar un buen vino para amenizarlos y sacarles el máximo partido.
La llegada del buen tiempo es perfecta para refrescarte con una copa de vino en la terraza, el campo o la playa. Pero, ¿cómo elegir el vino adecuado y qué consejos debemos tener en cuenta para disfrutar al máximo de la antesala que inaugura la temporada más calurosa del año?
Vamos con varios consejos para que disfrutes del buen tiempo y el vino en días de calor:
- Vinos ligeros y refrescantes, la opción idónea. Los vinos blancos, rosados y espumosos son ideales debido a su frescura, y menor presencia de taninos, que los hacen más ligeros. Por su parte, los vinos tintos pueden resultar demasiado pesados y cálidos para el clima caluroso de estas fechas.
- Sirve el vino a la temperatura adecuada: es otra de las claves que debes tener en cuenta, ya que esta puede marcar una gran diferencia en su sabor y aroma. Así, los vinos blancos, mejor servidos entre los 6-8ºC y los rosados a una temperatura entre los 10-12ºC, puesto que, si está demasiado frío, se perderán algunos de sus matices.
Además, a la hora de servir el vino, es recomendable que utilices cubiteras con agua fresca o hielos para evitar que este se caliente y tomarlo bien fresquito en todo momento. Evita también dejar la botella recibiendo la luz directa del sol, puesto que no sólo aumentaremos su temperatura, sino que además se aceleran reacciones químicas que podrían echar el vino a perder.
- Combina el vino con alimentos frescos: además de resultar un tándem más agradable, el cuerpo te pedirá tomar comidas más ligeras y digestivas, como ensaladas, o marisco, idóneas con un blanco o un rosado, así como aperitivos como quesos frescos o frutas.
- Utiliza las copas adecuadas: la elección de la copa puede influir igualmente en la experiencia de beber vino; para los vinos blancos y rosados se recomienda una copa más pequeña y delgada que permita que el vino se enfríe más rápidamente, mientras que para los espumosos es mejor optar por una copa en forma de flauta, que permite la formación de burbujas.
- Hielo en la copa, no, gracias. Si eres amante del vino, sabrás bien que ponerle hielo es un error, ya que, cuando éste se derrite -que, con temperaturas altas, es en nada-, termina aumentando el agua del interior del vaso o copa, perdiéndose su sabor y propiedades. Por eso, en caso de apuro, antes que hielo, es preferible recurrir a cubos especiales de silicona, diseñados para no interferir en el sabor de la bebida.
- Experimenta y diviértete: las comidas informales son una oportunidad para descubrir nuevas variedades y sabores más afrutados y frescos, como los vinos espumosos que contienen notas de frutas tropicales o cítricas. Por eso, te recomendamos probar vinos de diferentes regiones y bodegas.
- Bebe lentamente e hidrátate: disfruta de cada sorbo dejando que el sabor se abra en tu boca. Además, precaución en los días calurosos, cuando la deshidratación puede ser un problema. Escoge mejor vinos ligeros y con poca graduación para evitar la deshidratación y acompaña tus comidas al aire libre de unas buenas dosis de agua. Tu cuerpo y cabeza te lo agradecerán al día siguiente 😉
¡Felices días de buen tiempo! ¡Salud! 🍷
– Raquel González Salvatierra
